Neobancos en España: Nueva banca frente a bancos tradicionales

El negocio de los neobancos en Europa, presenta unas cifras impresionantes. Se calcula que apenas cinco años, han movido más de 20 millones de clientes, consiguiendo una suma de inversiones superior a los 2.400 millones de euros en en año 2019.

Así por ejemplo, el neobanco alemás N26 anunciaba a principios de 2020 que había duplicado su base de clientes superando los 5 millones. Otras como Monzo crecieron incrementando en 30 mil nuevos registros semanales, o Bnext, que pasó de los 100.000 clientes activos en 2018 a los 350.000 a principios del año 2020.

Las claves principales causas que justifican este enorme crecimiento se basan principalmente en la utilización de la tecnologías digitales y la innovación para crear productos y novedosos servicios financieros mejor adaptados a las nuevas necesidades de las personas, frente a la llamada banca tradicional, que aún sigue en otras cosas.

Los neobancos ofrecen productos más sencillos, e incluyen modelos de cobro más simples frente a la abrumadora maquinaria de los grandes bancos tradicionales. Las nuevas empresas, se especializan cada una en un tipo de cliente concreto (nicho) y en diseñan productos rentables según estos perfiles y sus propias capacidades y estructuras, que son además infinitamente más livianas y enfocadas al 100% en la venta y funcionamiento a través del canal online.

Los neobancos están compitiendo con el sector financiero tradicional de la misma manera que en su día lo hicieron Amazon o Uber en sus sectores: servicios más adaptados a las necesidades de las personas y a un precio mucho menor. A esto se une que son mucho más atractivas para el público joven, y para otros sectores que estaban poco o no bancarizados.

Todos estos movimientos y crecimiento del mercado llamó la atención de la banca tradicional, y por supuesto que han intentado y siguen intentando maniobrar para poder conseguir su parte de este pastel. Pero no han tenido éxito, ya que sus estructuras son demasiado grandes, y sus intereses macro incluso chocan con este tipo de clientes, productos y operativas.

Porque la tecnología sólo es una parte de la razón del rápido crecimiento y la consolidación de los neobancos. Empresas como N26, Monese o Revolut han nacido y triunfado no sólo por su naturaleza online y su novedosa tecnología (que puede ser imitada o incluso mejorada por los bancos tradicionales con sus enormes recursos), sino que mucha culpa de este crecimiento la tiene el escuchar al mercado y poder adaptarte a él con toda tu estrategia y tu estructura.

Los bancos tradicionales están por un lado diciendo que ellos pueden y quieren hacer lo mismo que los neobancos, pero a la vez, están matando a comisiones a clientes que ya tienen para que se vayan de su empresa, por no ser rentables para ellos. Es decir, si eres cliente del BBVA tradicional, y sólo tienes tu dinero allí, el banco pierde dinero contigo, y te aumenta las comisiones porque quiere que te vayas. Pero a la vez, resulta que lanzan su cuenta BBVA Online Sin Comisiones, dirigida a este mismo segmento de clientes que que está expulsando de su negocio.

Otra rama de neobancos son los que aunan diferentes servicios. Destacamos aquí la nueva tendencia de unir los servicios bancarios con la telefonía. Aquí hay nuevos players que ofrecen productos como cuenta bancaria, prestamos, seguros, etc… unidos a servicios de telefonía. En España entró hace poco Orange Bank, con su concepto telcobank. Otras teleoperadoras como MasMovil, también están intentando crear su banco. Este 2021, nos ha sorprendido en este sector la empresa española momofone, que ha lanzado con éxito el primer telcobank español (cuenta bancaria+tarjeta VISA débito+linea de móvil).