Los mayores desafíos y retos de la movilidad eléctrica incluyen y empiezan por los altos precios de los vehículos y componentes, las fluctuaciones en el rendimiento de la batería y el tiempo y el esfuerzo necesarios para instruir al cliente. Nuestro estudio apunta a tres factores de éxito para este segmento:
Trabaje con compañías existentes de alquiler y uso compartido de automóviles. Esto ayuda a establecer el negocio de eMobility a medida que las empresas aprovechan la infraestructura existente, los patrones de uso de los clientes y el conocimiento de la marca: eMobility no es una propuesta viable como una oferta independiente.
Integrar ofertas de movilidad. Las ubicaciones para compartir automóviles, como las estaciones de tren, permiten una transición sin problemas al transporte público; esto se puede facilitar aún más mediante paquetes de tarifas combinadas.
Establecer alianzas estratégicas. Las asociaciones con fabricantes de vehículos y baterías, proveedores de infraestructura y empresas de transporte público son obligatorias.
Un buen ejemplo de esto es la empresa suiza Mobility Carsharing: Los vehículos provienen de un proyecto de cooperación con M-Way Solutions y están disponibles en las estaciones de tren de Suiza, entre otros lugares; Se concluyó un acuerdo de cooperación con Siemens para la infraestructura de carga.
En general, las oportunidades y los riesgos parecen estar distribuidos de manera desigual en los diversos segmentos del ecosistema. Los fabricantes de vehículos tienen que correr un riesgo enorme y se ven obligados a avanzar también en los otros segmentos del ecosistema para aprovechar el potencial del mercado.
Las empresas aún se están frenando cuando se trata de expandir la infraestructura, y ese es probablemente el punto crítico en todo el sistema. Buenas perspectivas de mercado para las empresas que hacen un uso inteligente de las asociaciones estratégicas.
Desde la perspectiva de los proveedores de movilidad, eMobility es una atractiva propuesta comercial adicional con un potencial excelente y riesgos limitados. Las regulaciones estatales y locales deben participar en el desarrollo del ecosistema, de acuerdo con el principio de ayudarse a sí mismo.
Las regulaciones y los subsidios juegan un papel crucial para garantizar el atractivo económico de la electromovilidad. Esto se aplica no solo a los automovilistas, sino también a la industria.
Se recaudarán alrededor de $30-40 mil millones en subsidios a nivel mundial en 2021, con alrededor del 85 por ciento proveniente de primas de compradores directos e indirectos y el resto de subsidios de la industria.
Por ejemplo, Oslo, Noruega, está reservando carriles exclusivos para vehículos eléctricos, ahorrando a los viajeros hasta una hora de tiempo de viaje todos los días. Además, los vehículos eléctricos pueden estacionar hasta 16 horas de forma gratuita en numerosos lugares de la ciudad y están exentos del peaje del centro de la ciudad y del impuesto estatal sobre vehículos.
El éxito de la movilidad eléctrica se basa en dos denominadores comunes: redes innovadoras y alianzas estratégicas. Para tener éxito en este mercado, no necesita uno u otro, sino ambos, para crear la base para un sistema general que funcione sin problemas y de manera efectiva.